Cuente su historia de persecución política

El Nacional está convocando a sus lectores para que, aquellos que participaron en los "firmazos" de hace un año y pico y no han conseguido trabajo en los organismos públicos, denuncien con un relato escrito que son víctimas de una "persecución política" por parte del Gobierno. Me perdonan si creen que estoy forzando la barrera de los significados, pero ya de entrada a mí me suena como raro eso de que el Gobierno persiga a alguien para no darle trabajo: ¡Corre, agárralo, zámpale! Ajá, te agarré. Ahora vete, es que quería perseguirte.
Dudo mucho que en ese periódico vuelvan a publicarme algo jamás en la vida (entre otras cosas porque no voy a pedirles que lo hagan), pero me dan ganas de participar en ese certamen de cuentos de persecución con un par de relatos interesantes, sacados de mi corto pero sustancioso trayecto por las publicaciones de esa empresa. Por ejemplo, aquella orden irrevocable e indiscutible que les repetían (no sé si la siguen repitiendo) a los jefes de redacción e información (yo fui jefe de Información de Así es la noticia): prohibido escribir o publicar nada que afecte el buen nombre de Alfredo Peña y Leopoldo López. ¿Se disparó la delincuencia en Chacao? Mala leche: para las publicaciones de la C.A. editora El Nacional eso no es noticia. Esa información debe ser silenciada.
¿Sabe eso la SIP? De bolas que lo sabe: todos los periódicos representados en ese club de viejos verdes tienen sus Peña y sus López. Así que la SIP nunca denunciará esas violaciones contra la libertad de expresión y de información. Pregunta inocente: ¿No es la censura una forma de persecución política?