abril 02, 2006

Los anillos de la BOA

  • No soy tan engreído como para decirlo a cada rato ni tan modesto como para no recordarlo: en el año 99 me habían llegado tantas (y había publicado tantas) denuncias de brutalidad policial por parte de la policía de Aragua, que el Gobernador comenzó a mirar con atención a la institución, y al cabo de unas pocas semanas decidió disolver la Brigada de Operaciones y Apoyo (BOA). Me lo contó Teodoro Petkoff, quien, según su testimonio, se encargó de recitarle en la cara al Gobernador las muchas historias que publiqué en El Nacional. Esta en particular apareció el 13 de junio de 1999.

Procedimiento de rutina: en la Central de la PTJ de Cagua, estado Aragua, alguien recibe una información –una voz temblorosa que por teléfono tenía algo de ultratumba–, toma nota de unas señas, anota una dirección, y envía a una comisión para verificar el contenido de aquel telefonazo urgente. Los agentes se arman de valor, de un poco de paciencia y de un par de barras de chocolate, y se lanzan entre bostezos y silbidos, en plena madrugada, hacia una zona de culebras y matorrales en la carretera Cagua-Villa de Cura. El reloj indica que no hace mucho comenzó a rodar el día sábado 5 de junio de 1999.
Enrumban la patrulla a 80 por hora –así asumen las emergencias ciertos tipos– y comienzan a hablar de los calorones que están haciendo en estos días, de lo bien que le está yendo a Bob Abreu en las Grandes Ligas, de la secretaria nueva que trabaja en la comisaría, una muchacha que está más buena que meter un tenedor en la olla donde burbujea el sancocho para sacar la cabeza del jurel, echarle limón en los ojos y chupárselos con un ruido indiscreto que le remueva la perra envidia a los demás.
¿Por qué el hastío de aquellos gendarmes? ¿Por qué los ojos vidriosos, el aspecto soñoliento, los estirones de aburrida pesadez en esa patrulla? ¿Será que Cagua es un lugar tan plácido que aquellos hombres ya acuden a ese tipo de llamados con la actitud de quien está perdiendo el tiempo? Pues no. Ocurre todo lo contrario. La llamada en cuestión se refería al hallazgo de un cadáver en el sector llamado El Huete, y eso para ellos ya no constituye ninguna novedad: el lugar es un conocido botadero de gente que ya hasta fama tiene en el ambiente policial. Así que los funcionarios acuden al sitio listos para encontrarse con el espectáculo de costumbre. Y sí, llegaron y encontraron lo que esperaban encontrar. Sólo una cosa inesperada: allí no había un cadáver sino dos. Ambos presentaban idénticas heridas de bala: entrada por la boca y salida en la región occipital. No es preciso ser un experto en balística para sospechar que ese trabajo ha sido muchas veces practicado.
La identidad de los cuerpos ha hecho hervir la sangre de mucha gente en Aragua, pues ni Jesús Alfredo Franchi ni Richard Rodríguez Sánchez habían hecho nunca nada que les mereciera semejante final.

Yo no estaba ahí

Jesús Alfredo tenía 25 años y Richard 26; ambos eran técnicos de refrigeración y tenían su lugar de trabajo y de residencia en Turmero. El viernes 4 asistieron a una fiesta en Cagua, rumbearon toda la noche, como es de esperar, hasta que de pronto la gente empezó como a enratonarse, la alegría empezó a disminuir y alguien dio con el motivo: las cervezas habían pasado a la historia. Hora de hacer una vaca y salir por más; eran cerca de las 11 de la noche. Quienes se ofrecieron para ir a comprarlas fueron ellos, los infortunados.
Los vecinos de la calle Ricaurte lo han contado a todo pulmón y en repetidas oportunidades: los muchachos iban con su par de gaveras rumbo a la licorería, cuando de pronto una comisión de la Brigada de Operaciones y Apoyo de la Policía de Aragua (BOA) se detuvo junto a ellos. Ya está, se estropeó el factor sorpresa: ya el lector, muy inteligente por lo demás, se ha percatado de la razón de ser del título de esta crónica. A veces es una desventaja tener lectores tan inteligentes.
Los agentes cumplieron con el requisito de pedirles la cédula de identidad, y luego los montaron en una patrulla. Las gaveras se quedaron en mitad de la acera y el ratón de los asistentes a la reunión recrudeció, aunque a decir verdad la cosa pasó a un segundo plano porque enseguida la gente comenzó a movilizarse para ver adónde se habían llevado a los muchachos. Fueron a varias comisarías de la Policía de Aragua: nada. Fueron a los hospitales: nada. A casa de los jóvenes: nada. A la morgue: nada. Entonces cada quien se fue a su casa a esperar el desenlace, y el mismo sobrevino a las 4:30 de la madrugada, con la llamada de la PTJ que reportaba el hallazgo de los cuerpos.
Consultado al respecto, el jefe de la brigada responsable de haberse llevado a los muchachos, Alvaro Castellanos, dijo que a él no le constaba que los agentes del BOA se hubiesen llevado a nadie de esa fiesta, pues sólo existían unos testimonios dispersos de testigos que no daban la cara. Es decir, el BOA no tenía información de que alguno de sus integrantes hubiera detenido a nadie en ninguna fiesta. Dos minutos después de haber dicho esto, afirmó: "Tenemos información de que en esa fiesta había varios delincuentes, entre ellos uno llamado El Niño, quien está solicitado por varios cuerpos policiales". Insistimos: qué inteligente es el lector. Seguramente ya se dio cuenta de los tornillos flojos que se bambolean entre las dos declaraciones.

Didalco: ¿estás vivo?

Dos días después, en vista de las denuncias que los familiares comenzaron a divulgar por la prensa regional, comenzaron las llamadas: que si déjate de estarme acusando, que si tenemos las placas del carro de tu hermano, que si cuidadito te ocurre un accidente cuando cruces la calle. El chisme fue a parar a oídos del comandante de la Policía de Aragua, y después a oídos del propio gobernador de Aragua. La última información recibida da cuenta de una acción del gobernador: el grupo BOA ha sido desmontado, desmantelado, eliminado, y hay una averiguación en marcha pues la PTJ detectó rastros de sangre en el uniforme de un funcionario de la brigada.Eh, Didalco: ¿se conformará su gestión con haber eliminado a una brigada o le meterá el ojo a la cantidad de denuncias que ha habido, sólo en este año, contra otros agentes de la Policía del Estado?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es impensable que despues de tantos sacrifisios de agentes que se calaron seis meses de entrenamiento intensivo de operaciones policiles de comando con los mejores instructores, por culpa de un oportunista y cobarde como alvaro castellano q mandaba a matar gente para llevarse el merito hayan eliminado una brigada q impuso el respeto en el estado aragua,que los fundadores y el curso 2 no tenian hora, dia ni fecha para hacer BIEN el trabajo y por la mala fe del gocho castellano, y la envidia de no poder ser nunca un BOA haya tirado la brigada por un desfiladero recuerda castellano no fuiste,no eres ni menos seras nunca un BOA.
la envidia es la reina de las maldades, lo que aqui se hace aqui se paga gocho.
recuerda paraparal, 23 enero, el limon y otras, algun dia alguien investigara y te pediran cuentas, dejaste solos alos muchachos que le encargaste misiones solo para llevarte el merito
MISA CON ESCAPULARIO AJENO.

Anónimo dijo...

POLICIA DEL ESTADO ARAGUA SE PREPARA EN TACTICAS Y OPERACIONES MILITARES, PARA COMBATIR EN PRO DE LA LIBERTAD DE VENEZUELA, ESA ES LA NATURALEZA DE LOS TIEMPOS POR VENIR, Y ESA ES LA RESOLUCION QUE NOS PERMITE VER EL AÑO 2008, COMO UNA FECHA MAGICA, UNA FECHA DE ESPERANZA, UNA FECHA DE CAMBIOS, UNA FECHA DE ESFUERZOS COMUNES Y LOGROS COLECTIVOS.

MANOS A LA OBRA.